miércoles, 10 de septiembre de 2008

LA INDEFENDIBLE PERMANENCIA DE LAS SLOTS

Por Susana Dillon

Desde que se instalaron las máquinas de multiplicar pobres, desde todos los ángulos de la ciudad se alzaron voces de protesta y de advertencias, pero los entusiastas gestores de la obra, nuestros nunca bien ponderados hombres públicos que llegaron al gobierno en elecciones muy poco edificantes, jamás escucharon. La panacea que describían con la instalación de las slots, no cayeron al gusto de la gente sensata que todavía cree en el trabajo decente en que hay que sudarse el lomo. Tampoco fue bien recibida por los que habíamos, en nuestras mocedades recibido, las lecciones dadas por la historia y las correctas costumbres. Los que ya somos veteranos, tuvimos padres y maestros que insistieron en que “lo que el agua trae, el agua se lo lleva” y la otra: “plata de juego, agua entre los dedos”. Desde la remota antigüedad el juego fue señalado como una lacra. Una especie de peligrosa enfermedad creadora de miseria y repudio social, de penas y llantos, no solo para el enviciado sino para toda su familia que al final también se pierde, como la confianza, la estima y el crédito.
No bien se anunció la instalación del Casino, hubo muchos que levantaron la voz previniendo mayores males y muchos luego se agarraron la cabeza leyendo los resultados. Han salido estadísticas y cifras que se esfumaron pero nuestros poco enterados conductores echaron al canasto y siguieron adelante. El señor Vice gobernador a la cabeza de tamaña cruzada parece realmente el propietario de la gallina de los huevos de oro en trance de perderla ante la iniciativa de nuestro intendente que está poniendo el oído en lo que dice su pueblo: que más son los desastres que provoca el juego que sus beneficios. Tal vez el señor vice no se haya dado cuenta que en épocas en que se nos amenaza con volver a los bonos en lugar de sueldos y jubilaciones, medida que por supuesto no alcanzaría a sus robustas dietas. Los sufridos jubilados, los empleados provinciales y todo lo que dependa del erario público se piensa subsanar con papelucho de los que hace tiempo tenemos experiencia: el dinero que viene del vicio es una migaja comparado a lo que se lleva de Río Cuarto sin que sepamos adonde. Recordamos los tiempos en que la señora Riutort manejaba con alegría el tema bonos que se imprimían de a camionadas en Chile.
La postura del señor Vice Gobernador Campana es la del fullero que no quiere perderse el negocio fácil hecho sobre los incautos que entregan sus míseros haberes, como los Jefes y Jefas de hogar, las pobres jubiladas de educación y tanto ingenuo que cree que en una noche de suerte puede pasar a rico cuando está ciego por la voracidad del vicio.
Los resultados son nefastos, pero el señor Campana cuida el garito, está a años luz de los que produce el trabajo honrado. Ya tenemos encima la droga, la trata de mujeres y de niños, la violencia, la mafia y no tenemos noticia que se la está combatiendo. No, este señor insiste en salvar por propia y evidente iniciativa. ¿No habrá encontrado en su cargo algún proyecto digno de mejor causa?
Susana Dillon

1 comentario:

  1. Padecemos en estos ultimos años lo peor de esta casta feudalpolitica...estos hacedores de casinos, trata de blancas y narcotrafico todo resumido en el jefe de gabinete que no permite la radarizacion del pais(algo impensado en cualq lugar del mundo, menos aqui)por que de ese modo se daria un golpe mortal a lo vuelos ilegales provenientes de los paises andinos productores de cocaina y marihuana...
    Casinos- prostitucion-narcotrafico ...todo va de la mano.

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