sábado, 20 de septiembre de 2008

La fortuna con la pobreza del brazo





 Por Susana Dillon

¡AHORA SI QUE PODEMOS DECIR QUE ESTAMOS EN LATINOAMÉRICA! Ahora si que no saldremos del infernal neoliberalismo y cada vez más inmersos en el realismo mágico, que no quiere decir prosperidad precisamente.

Si Ud. no salió de este Macondo ventoso e imperialista y quiere por un rato experimentar lo que es en verdad el Tercer Mundo, dése una vuelta por la Plaza Roca. Ahora tenemos el mercado de las ilusiones ante la misma puerta de la Catedral. Ahí donde nos machacan los diez mandamientos, nos cristianizan, nos hablan tremebundamente del pecado, nos casan y nos dan el vale para el otro mundo, pero donde justifican que el hombre es un animal lúdico y se acuerdan tarde de repudiar el vicio.

Venga y vea esta nueva corte de los milagros, con luces de colores y una estridente escenografía con todo el mal gusto de Las Vegas, y la mala leche de los tahúres, con gente que parece salida del Caño 14.

Venga y vea, sufrido oblador de impuestos adonde va a parar el sudado dinero del IVA, la DGR y cuanto papelito acredita que Ud. es un sujeto que aporta obedientemente a la gloria de nuestros conductores para que hagan lo que se les da la gana y no lo que el pueblo clama y exige.

El Casino ya es otra realidad nefasta, junto con el alcoholismo juvenil, la droga y la prostitución que nadie combate y con la que varios lucran.

Con lo que costarán estas instalaciones proyectadas a esos fines más los misteriosos azudes, se podrían instalar algunas fábricas que dieran trabajo y no fomentaran vicios, pero claro, una empresa de trabajo honesto no coimea, ni presiona para que se vote al caballo del comisario.

Los Planes Trabajar, los de Jefas y Jefes de Hogar, las míseras jubilaciones, la plata destinada a la educación, vendrá junto a los jóvenes aburridos a para al Casino, que no dejará aquí sus ganancias, por que ya conocemos de sobra como se hacen estos negocios aprobados por apretones de nuestro gobernador y sus favorecidos, que no pudo instalar en Córdoba, pero que nos los encajan a nosotros gracias a la obsecuencia de nuestros concejales que se llenan la boca de democracia, pero que obedecen ciegamente las ordenes que indica la disciplina partidaria que nada tiene que ver con los intereses del pueblo, ni con la moral ni la ética que alguna vez hemos enseñado a los jóvenes.

Esos jóvenes que se juntan en la plaza central y sus adyacencias a estar entre ellos, por que no quieren o no pueden acceder a otros entretenimientos, hoy se los está tentando con otra lacra. Hay quienes los acusan de fumarse porros y beberse cervezas, pero no advierten este otro peligro, que no sólo hará más ricos a los hoy beneficiados, sino que por obra y gracia de nuestros conductores se les brinda lo que les faltaba: la oportunidad y la adrenalina que desata el juego. Allí lo tienen, frente a su alcance, con sus rutilantes luces, aunque sea un local donde el apiñamiento, el zumbar de las máquinas y la compulsión del juego forman un cóctel explosivo para tentarlos con otra adicción.

¡Y nuestro intendente que una vez tuvo el digno cargo de Rector de la UNRC, hoy, sin pudor alguno les pone a su disposición el vicio del juego, en lugar de garantizarles trabajo! ¡Qué nos venga con su sermón sabatino a contarnos sus logros! ¿Alguna vez se le habrá cruzado por la cabeza que su proceder está en abierta contradicción con los valores que hacen a la vida digna, junto a la moral y la ética? Está visto que no. Todavía queda gente que queremos a los jóvenes sanos, honestos, con el venturoso futuro del trabajo y la capacitación, abjurando de ser ñoquis, punteros, asesores, colgados del presupuesto o convertidos en la comparsa que rodea a los conductores de la corrupción. Siempre habrá quien se ufane de este lamentable carnaval de la decadencia, pero que se sepa que somos muchos los que exigimos la instalación de fábricas, frigoríficos, talleres, empresas donde se recuperen los valore y la dignidad ciudadana. Basta de desocupados, planes levantamuertos y usina de vagos, basta de proliferación de tahúres y alimañas, que medran al conjuro de luces de colores y ¡Hagan juego señores!

Por que este parece ser el único camino que nuestros conductores han encontrado para reactivar el país, un país en bancarrota, en default, gracias a ellos y en el que persisten con sus métodos.

1 comentario:

  1. ¿Asi que abren un casino en Rio Cuarto? Eso es lo que hacía falta, para tirar la plata que sobre de la soja y otras yerbas.- Se le volverá a caer la cara al cristo de la catedral, ya que no creo que a los políticos se les caiga nada, viagra mediante.- Y bueh, abrá que ver si se consiguen algunas monedas para ir a las máquinas.- Colo, desde Salta (Acá hace rato que hay casino, para atraer al turismo, ¿vió?)

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