lunes, 27 de octubre de 2008

Día de la MADRE

Deje su comentario


Por Susana Dillon

El dinero que producen las mujeres
Estamos hasta el moño de repetir que la historia oficial no le dio cabida en sus páginas a la mujer y los libros sagrados de las distintas religiones monoteístas la condenaron a cargar culpas desde que se escribió el Génesis. Allí, los escribas se dieron el gusto de desearnos y mandarnos todas las maldiciones que se echaron a rodar por el mundo. Hasta hubo santos misóginos que repicaron:” mujer, puerta del infierno”. Esta frase es de San Ambrosio, pero hay toda una falange que le siguieron en la prédica capitaneados por San Agustín, Santo Tomás y San Paulo.
El hombre aprovechó la volada adjudicándose el lugar más destacado y seguro: ser el amo del mundo y legislar para que así fuera.
Nosotras, debíamos ser fieles esposas, hijas obedientes, madres sumisas y ancianas sabias y condescendientes. Si llegaban a viejas duras de arrear las declaraban brujas… y, a la hoguera!!
Con el correr de los tiempos, la emancipación femenina, luego de casi cinco milenios y ya a principios del siglo XX, pareció que iría a cambiar el orden de las cosas. La humanidad ha llegado al fin, en su camino hacia el progreso a darnos otros lugares visto que no somos sólo un útero reproductor, sino una fuerza de trabajo. Las guerras hicieron que ocuparamos los lugares que los hombres dejaban para ir a matar a sus congéneres que pensaban y obraban diferente.
Entre todos los regalos de la modernidad, la industrialización, el capitalismo, el neo-liberalismo y la globalización, a la mujer le dieron algún espacio en la política, siempre y cuando no le hiciera sombra al hombre. También la dejaron meterse en las artes, en los deportes, en las ciencias, en la educación, pero donde le dieron un gran espacio fue en la publicidad. Y ya se sabe: para vendedora, la mujer.
La mujer y la publicidad parecen haber contraído felices nupcias desde que se presta a hacerles promoción a lo que producen los hombres.
La mujer aporta, para los cortos publicitarios su papel de buena madre de familia preocupándose por llevar a sus hogares lo que exhiben los carteles, se pavonea como profesional recomendando tal o cual marca, se luce como científica promocionando tal o cual método, régimen, gimnasia o píldora para estar delgada y divina. Pero donde la mujer ocupa todo el primer plano es cuando sus encantos incitan a comprar tal o cual producto que seduzca al varón. Se necesitan para tal efecto o películas de féminas casi desnudas que incentiven la venta tanto de gaseosas como de rugientes ilusiones súper-sport. El eterno reclamo erótico representado en una imagen voluptuosa y sensual suscita arrebatos pasionales en un público básicamente masculino. La modelo elegida para promocionar aquel automóvil super fantástico que “tiene una golondrina en el motor” tendrá que sortear curvas tan infartantes como la pechuga o las caderas de la chica que además deberá, para el ¡clic!, poner cara de orgasmo o de tonta. De ese modo la atención no derivará a alguna expresión inteligente.
Los altos ejecutivos de la promoción han abulonado la idea de que no hay nada que induzca más a la compra que la boca sensual, húmeda y oferente de la modelo top (muy vaginales para algunos estudiosos de la percepción subliminal), deja entrever la promesa producida por unas largas y bien torneadas piernas, pero, lo que es capaz de hacer perder el control del estado de la tarjeta o la anemia de la billetera es lo que en mis tiempos de joven llamábamos la pista de aterrizaje o sea la promoción del pecho femenino, cuanto más descarado tanto o más productivo. Veamos: ¿acaso hay parte de la anatomía femenina que sirva más al reclamo erótico?. La publicidad se sirve de los múltiples referentes eróticos del cuerpo de las mujeres para lanzar una promesa de satisfacción sexual. De ese modo, desde la publicidad, además de acceder al producto, se accede a la mujer. Es importante resaltar que esta asociación tan reiterativa entre la mujer y el sexo-erótico está centrada en su valor sexual y erótico para la satisfacción del varón.
Las empresas que se mueven como tiburones en playa de bañistas son las que obtienen las mejores ganancias con este juego infame donde millares de jovencitas son inducidas a vender sus cuerpos, parte por parte, como productos de carnicería.
La publicidad no sólo tiene función dinamizadora del consumo, tiene también nuevos valores, sin un ápice de ética, pautas de relaciones entre varones y mujeres, estilos de vida, costumbres y tics. La mujer, de este modo es ofrecida y utilizada como objeto de descarga sexual, donde el hombre pasa a ser un obsesionado y monotemático portador del deseo sexual, permanentemente insatisfecho.

Susana Dillon


Marilyn Monroe, fue, tal vez, la mujer más cruda y deshonestamente explotada por la empresa cinematográfica, XX Century Fox, que la contrató metiéndonos por todos los sentidos la imagen de su cuerpo, resistiéndose a hacernos vislumbrar siquiera una parte de aquel ser sensible e inteligente. Su final doloroso e injusto debiera hacerles abrir los ojos a tanta jovencita encandilada por el brillo de las pasarelas y las marquesinas de los cines.
He aquí un cuadro explicativo de las ganancias que reportó a la compañía que la explotó sin asco ni medida a esta mujer que fue llamada “El Cuerpo” sin hacer nada por mostrar algo de su talento.
Fuente: Marilyn Monroe – Ediciones Crisis – 1974.
de Ernesto Cardenal

UTILIDAD DEL EJERCICIO CARATULADO MARILYN MONROE
CAPITAL:
SU CUERPO

90 CENTIMETROS DE BUSTO.
90 DE CADERAS.
60 DE CINTURA.
DISTRIBUCION UNIVERSAL DE SU FOTO
DESNUDA EN UN CALENDARIO

700,000,00 DOLARES
RENDIMIENTO DE LAS 24 PELICULAS
QUE FILMO

200,000,000,00 DOLARES
RENDIMIENTO DE LOS MISMOS
FILMES DESPUES DE MUERTA
34,000,000,00 DOLARES
DESGLOSE DEL EJERCICIO:
UTILIDAD LIQUIDA POR CADA SENO
A 50,000,000,00 DOLARES C/U
100,000,000,00 DOLARES
UTILIDAD LIQUIDA POR MUSLO
A 10,000,000,00 DOLARES C/U
20,000,000,00 DOLARES
UTILIDAD LIQUIDA POR SUS OJOS
15,000,000,00 DOLARES
UTILIDAD LIQUIDA CONSIDERANDO
GLUTEOS, CADERAS, PANTORRILLAS

50,000,000,00 DOLARES
OTRAS PARTES DE SU CUERPO
64,700,000,00 DOLARES
Utilidad líquida producida por su alma
00,000,000,00 DOLARES
Utilidad líquida producida por su ALMA
00,000,000,00 DOLARES
UTILIDAD LIQUIDA PRODUCIDA POR
SU ALMA
00,000,000,00 DOLARES
-
TOTALES
234,700,000,00 DOLARES


Bibliografía - ¿Qué costaba Marilyn?
Ernesto Cardenal – el sacerdote salvadoreño que luchó por su pueblo.

domingo, 12 de octubre de 2008

12 de octubre de 1492. – Cartas para España

Por Susana Dillon

“Las cartas de Colón, primera obra de realismo mágico escritas en América”

Gabriel Garcia Marquez

No bien llegados a lo que creyeron ser “Las Indias”, Colón y los pocos letrados que venían en la tripulación se inspiraron para escribir crónicas y cartas a la península para demostrar la maravilla del descubrimiento, como eran aquellas islas paradisíacas, sus habitantes, su flora, su fauna y sobre todo las penurias que iban pasando en la afanosa búsqueda de oro; principio y fin de la desesperada ambición de ser ricos y famosos en un solo golpe de suerte.

A medida que se desarrollaban los descubrimientos, iban creciendo alocadamente las descripciones de los visto y aprovechado. Colón, en sus cartas a la reina Isabel así describió lo visto: -“Van todos desnudos, como su madre los parió, cubren su natura las mujeres con una tela de algodón que se las cubre nada más y tal se mece al capricho del viento…” y luego venía el pormenor de colores de piel y belleza de aquellas féminas que no tenían pizca de vergüenza en exhibir sus dones.
De entre líneas se advierte que los fogosos hispanos tras muchos días de abstinencia y navegación, al ver a las nativas, desearon fuertes vientos para admirar y poquito más de aquello que los alborotaba.


Entre tantos relatos bélicos se asoma alguna croniquilla que salpimienta la vida social y putañera de aquellos brutos venidos a caballeros a traer, según lo dicho por el Almirante, las buenas costumbres de la civilización, emprenderla con los catecismos y a sacar de la idolatría a estos descarriados pobladores de lo que llamó “su llegada al Paraíso terrenal”
Porque no todo fue luchar contra la naturaleza y los fieros caribes, escapar a los flechazos, soportar hambrunas, sobrevivir a las pestes del trópico y aguantarse penurias sin cuento, sino que también hubo harto tiempo para solazarse, lo más tupido posible con las naturales, que eran naturalmente seductoras.
Los hispanos venían de siglos de represión sexual, allá en su tierra, con mujeres a las que habían aterrado con tanta bruja quemada en las hogueras de la Inquisición, nada más que por bañarse en los ríos deleitosamente, acusadas de adorar al agua o de estar en pactos con el demonio por no gustarles tener “el olor a santidad” que era el provocado por falta de baños. Las mujeres españolas de esos tiempos, beatas y rezadoras, tocados por castos mantos o púdicas mantillas que solo dejaban ver sus rostros ascéticos con rosarios entre las manos y cubiertas hasta los pies, no eran precisamente una tentación para la carne. Los moros las habían tenido sometidas durante siete siglos en serrallos y castillos para que fueran fieles a Mahoma y a sus señores. De hecho estaban atrapadas por las leyes de Dios y de los hombres; de los genitales, nada que mostrar y nada que gozar. El matrimonio era para concebir hijos pero ¡guay! Nada de orgasmos.
Era de esperar pues que los hombres, con semejante compañía femenina no quisieran hacer otra cosa que armar barcos y lanzarse a conquistar fuera lo que fuere.
Michele Cúneo, que vino con la gente de Colón en su segundo viaje, escribió una carta fechada el 28 de octubre de 1495 en que entre otras cosas contaba “…y había otros caníbales que fueron enviados a España como esclavos y como quedé sólo en el ratel, apresé a una caníbal bellísima y el Sr. Almirante me la regaló. Yo la tenía en mi camarote y como era su costumbre estaba desnuda, me vinieron deseos de solazarme con ella, cuando quise poner en ejecución mi deseo, ella se opuso y me atacó en tal forma con las uñas que no hubiera querido haber empezado, pero así las cosas para contaros todo de una vez, tomé una soga y la azoté tan bien que lanzó gritos tan inauditos que no podía creerlo, finalmente nos pusimos en tal forma de acuerdo que baste con deciros que realmente parecía amaestrada en una escuela de rameras”.
Como puede verse los caníbales fueron muertos y esclavizados y sus mujeres seducidas por métodos poco románticos, lo cual echa por tierra lo del romance tan mentado del conquistador con la nativa.
La lectura de miles de cartas de estas épocas nos dan un panorama poco alentador sobre los tiempos del descubrimiento y de los muy violentos de la conquista, pero pocos se han enterado de las misivas. El haberlas leído a tiempo nos hubiera puesto en la pista de la verdad histórica para no seguir en la necedad de cambiarles el oro por las cuentas de colores.
Susana Dillon

lunes, 6 de octubre de 2008

POCO PAN… PERO MUCHO CIRCO Y SEXO




Por Susana Dillon

Cuando los italianos nos mandaron sus películas monumentales, con tanta gringa opulenta que encendían los corazones masculinos, nosotras nos sentíamos despechadas porque estaban provistas de pechugas generosas; para desquitarnos, los gladiadores se convertían en nuestros ídolos. Además nos dieron la lección en tecnicolor de cómo era aquello del imperio, en el que los mandones de turno, para que les durara el mandato, a las rugientes multitudes, les tenían que dar pan y circo, porque de no hacerlo, les interrumpían la siesta y hasta les ponían algún veneno en los licores de las orgías imperiales, o les clavaban la espada detrás de los cortinados y aquello no era solo biógrafo. Y lo contó también la historia.
Entre tanto, los gladiadores luchaban contra las fieras, contra, sí mismos y contra el destino pero la cosa se atenuaba cuando las emperadoras se tiraban con los héroes alguna cana al aire. La Roma imperial no mezquinó escándalos ni asesinatos. Cuando estaban aburridos disfrutaban viendo carreras de cuadrigas, pero también con accidentes. Las multitudes con semejantes costumbres tenían que ser satisfechas de algún modo y para eso entre matanza y jolgorio, a los que concurrían a los espectáculos del Coliseo o circo mayor, les daban una vuelta de choripanes con tetra.
Roma imperó milenios con ese sistema que muy disimuladamente han adoptado algunos gobiernos de siglos sucesivos, con algunas variantes, pero con el mismo fin.
Lo principal era llegar a sentarse en el augusto trono o sillón de mando y allí abulonarse con el poder de la espada refulgente, y no como ahora que los sufridos sufragantes metemos los papelitos en el cajoncito con el voto para los menos peores o cuando nos creemos que algún día gobernarán para todos.
Ya han pasado milenios, pero los incautos subordinados seguimos en la misma. Modernos emperadores o capos imperialistas, opulentos togados, parlamentarios elocuentes, reyezuelos domésticos y empresarios exitosos la siguen pasando entre saraos, banquetes, bacanales de pizza con champagne como los tiempos pretéritos y cada vez que se alborotan las multitudes vuelven a arreciar con choripanes y tretra... y ¡viva el circo!
Ya como no quedan más leones, ni fieras exóticas, ni cristianos revoltosos, el circo viene distinto pero premiado con el rating. Allí se puede apreciar que los empresarios recogen sumas fabulosas, los jurados son implacables entre viejas rameras y jueces babosos, pero los leones, han sido reemplazados por gatos que se pelean entre sí ferozmente, pero sin que llegue la sangre al río. El gancho del espectáculo consiste en mostrar lo que en siglos se tapó por vergüenza, y en lugar de sentarse a lamerse la piel como felinos respetables, en posición ginecológica muestran lo nunca visto ni imaginado, como se decía en mi inocente infancia, cuando los artistas de circo hacían un salto mortal o en que hasta los perros en sus andanzas festivas se atrevían a copular a la vista de los transeúntes.
Así están las cosas en el decadente imperio capitalino, pero aquí tenemos exponentes que merecen echárselos a los leones, si los hubiera.
Son los que ahora argumenten la defensa de las slots, pues temen quedarse sin la gallina de los huevos de oro. Esas que siempre tientan virtudes dando papelitos por debajo de las mesas. - ¿eh?
En cuanto a las apreciaciones del Sr. Natali, que luego de la lectura de opiniones del sufrido paciente pueblo el día 23 de setiembre, en el Concejo Deliberante, denostó a los que tuvimos el tupé de criticar la instalación de las slots y las virtudes del tribuno de la larga fama recordándonos airado que no se podía hacer política en contra sobre el tema, ni hacer nombres. Tal temperamento hace que debamos preguntarnos: -Y si no se puede hablar de política ni de los políticos en el Honorable Concejo, cuna de la democracia, - ¿donde cuernos vamos?-. Si no los criticamos en el sagrado recinto no hay otra salida que escracharlos ya que ni la policía estuvo para evitar lo ya sabido y festejado.
Que se expida pues, el honorable defensor del controvertido parlamento, el escrache, es la única arma con que cuentan los que sufren en las arenas del circo municipal. Así estamos como en los tiempos de Nerón, antes de sufrir el zarpazo mortal que exclamaban.- ¡Salve, Oh, César, los que van a morir te saludan! - Pero hay una diferencia, pensamos seguirla contra las slots, así los eruditos defensores de vicios y enfermedades rujan como leones, se trata de una razón de mayor peso: aquí hay gente que se está suicidando y hay otra que se arruinó de por vida. Acá estamos defendiendo vidas y formas de vivir.
Los que amenazan con juicios millonarios, resuellan por la herida, tenemos el derecho de sospechar que hay quienes se benefician en este juego macabro, en este imperio donde prosperan sonrientes los vicios, la droga, la prostitución, las violaciones de niños y la violencia de todo género, sin que en años se haya hecho absolutamente nada por combatirlas ni desarraigarlos. Ahora con el invento salvador del “juego responsable”… Má sí…
Susana Dillon