domingo, 8 de agosto de 2010

Antes de levantar el nuevo Centro Cívico, mejor pensarlo.




Antes de seguir insistiendo en un nuevo y rutilante Centro Cívico, antes de cambiar la casa de las oficinas públicas municipales, ¿no sería mejor que se solucionaran necesidades básicas como la ampliación de cloaca, mejorar calles que se inundan con un solo chaparrón de verano y hacer vivir a gente que con cuatro gotas toman agua de parados?. ¿Hasta cuándo la gente queda con el agua hasta el cuello?
Acá se repiten errores y nadie hace escuela. Todavía se soportan los casinos que han aumentado el número de pobres de resultas que no son los muy ricos los que se juegan hasta el futuro, sino los pobres, los que asisten a cambiar ingenuamente su suerte. ¿Cuánto se llevan y cuánto queda en Río Cuarto?. Quien tuvo la brillante idea todavía sigue en carrera y esto resulta peligroso, querrá que lo vuelvan a votar...
Qué gran afluencia de turistas trajeron los azudes?
En lugar de pergeñar políticas para el futuro y darse cuenta que la falta de energía tanto cuando hace frío como cuando hace calor. -¡adonde están los proyectos para cuando este verano tengamos 45°, como se viene advirtiendo para el futuro , tampoco hay iniciativa para cuando falta el gas.
La clase sumergida ha padecido la falta de gas y su aumento desmedido. Cada año se siente la misma cantilena: la gente muere calefaccionandose con carbón en sus habitaciones.
¿Por qué nuestros hombres públicos son tan escasos en ideas en el momento en que se producen los inconvenientes y se la pasan teniendo genialidades para captar ingenuos que les voten con algún nuevo slogan que los seduzca? Todas sus energías las gastan para la época pre-electoral, pero luego se rasgan las vestiduras cuando les reclamamos sus falencias y nada de memoria, esto de levantar un nuevo centro cívico debe tener su origen en la cantidad de nuevos empleados nombrados para tener votantes que al fin los paga Juan Pueblo, lástima que la mayoría tenga aspiraciones de ser ñoquis y hasta que no exista otra manera de llevarlos a las urnas seguiremos sin más luces que las velas.
El centro cívico a este precio es otra fantochada en tiempos revueltos. No repian errores como el de los fantásticos azudes ni como los escandalosos casinos provinciales, una verdadera fábrica de pobres.
Pero no sólo vamos a tener Centro Civico Municipal. También nuestro gobernador se anotó con otro provincial, en otra área de la ciudad con lo que queda más que claro que no hay ni el menor atisbo de programar estas pretenciosas construcciones pensando en cuidarle el bolsillo a los que oblan impuestos. Nada que ver.Éstos sí que piensan en aquello tan oportuno:
Si hay miseria, que no se note.

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