jueves, 10 de julio de 2008

COMBATE EN CALZONCILLOS




El dibujo es de E. Stein, reproducido por “El Mosquito”.
Bibliografía: Crónica Argentina. Editorial Codex. Tomo5. Pag. V 67. 1979




Por Susana Dillon




Fue en la época (1890) en que el Dr. Miguel Juárez Celman, siendo presidente de la Nación ocasionó por su inconducta en el cargo: inflación, emisión de dinero sin respaldo, enriquecimiento ilícito, nepotismo, corrupción y desorden económico provocando un conflicto que derivó en luchas callejeras, pedidos de renuncia, quiebres de bancos y peligro de golpe de estado e inventor del primer “corralito”.
Los revolucionarios armados, chocaron con las fuerzas del Gral. Levalle, en el centro de Buenos Aires.
Reunidos en retiro, en un cuartel, los ministros y el Gral. que comandaba las tropas, despertaron a media noche con la noticia que habían comenzado las acciones y que ya se habían producido víctimas.
El Gral. Levalle, en el apuro por salir a pelear, manoteó la casaca militar, el kepis de general, los cordones dorados, las botas relucientes y blandiendo la espada montó en su caballo rumbo al ruido de fusilería. Lucía su barba bien cuidada y con gesto altivo daba unas nerviosas chupadas a su Cavour; cigarro de hoja de tremenda humareda que lo hacía salivar frecuentemente, mientras rugía órdenes y contraórdenes. Carlos Pellegrini y Ramón J. Cárcano lo seguían entre los fieles que apoyaban al presidente en su hora aciaga.
Pero más apuro tenía el general que al no encontrar sus pantalones, salió gallardamente en calzoncillos (de aquellos largos y sin botones en la bragueta, como los actuales de invierno) a vencer a los revoltosos.
Montado en su alazán, alta la cabeza y a paso airoso, recorrió las calles adoquinadas de vuelta al cuartel, muy ufano de haber dispersado a los rebeldes que seguían a Alem e Irigoyen.
Al ser felicitado por sus camaradas recién se da cuenta que anda en paños menores, cuando un asistente le alcanza los pantalones.
A esta revolución, que se llamó “del Parque”, se la recuerda por esta circunstancia, Levalle fue un militar italiano que actuó en nuestro país como otros extranjeros que participaron en La campaña del desierto, conflictos posteriores y la Revolución del Parque, donde participaron Alem e Irigoyen como contrarios del gobierno de Juárez Celman “que no erró desaciertos” durante los años que gobernó, ajeno al orden, las leyes y los intereses del pueblo. Ha sido el gobierno civil más corrupto que hemos tenido.
Las novelas picarescas han abusado de las escenas en que los amantes tomados in fraganti, han tenido que huir saltando muros y ventanas en paños menores para salvarse de las iras del ofendido. Pero el apurado trance de un general en bolas, es todo un acontecimiento histórico poco conocido.
Ver al general espada en mano, en la otra sosteniendo las riendas del corcel, no habrá tenido oportunidad de cerrarle la jaula al pájaro con tanto jaleo bélico, Levalle quedó registrado como un gringo recalentado por las circunstancias y ofuscado por entrar en combate, salga lo que salga.
Eh, la güera e la güera!-, habrase dicho y se prendió de la espada como en los tiempos de Julio César, sin advertir lo comprometido que quedó para la posteridad.
En ese tiempo no andaban los periodistas gráficos registrando el momento, pero un dibujante llegó oportuno.

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