Por Susana Dillon
Los dictadores que tuvimos bajo el nefasto período que se llamó de Reorganización Nacional, no sólo se autoamnistiaron para evitar la acción de la justicia, no se arrepintieron de lo hecho, juraron a viva voz, volverlo a hacer.
La democracia exigía justicia, quiso imponer moral y ética para que el pueblo postrado por el terror se levantara y ejerciera su dignidad, volviera a pensar en los valores que traía en sus vagajes desde que fuimos República. A los que claudicaron y se revolcaron en el baño de sangre se los estigmatizó como a los asesinos que todavía caminan por las calles argentinas. Cuando el pueblo no encontró justicia, no tuvo otro camino que inventar el "escrache".
Después, cuando el pueblo se aletargó y perdió su camino, se le vino una época sombría. Vimos aparecer a los represores en los cargos públicos y fueron votados por lo que soñaron con "la mano dura". Llegaron los Bussi, los Rico, y en nuestro municipio se colaron los que se ofrecieron para poner en cintura a los ladrones, los delincuentes y los traficantes. Nuestras autoridades estuvieron amnésicas y hemos presenciado desde entonces la proliferación de la trata de mujeres, la desaparición de adolescentes para ser carne de cañón de la droga, el alcohol en los niños, la televisión pornográfica, las películas tomadas a criaturas violadas y perdidas. Todo esto estuvo consentido y hasta silenciado. Las autoridades ciegas, sordas y mudas, los que antes suprimieron la libertad y crearon el terror, acá mismo tienen sus nombres: están en el área de Seguridad son los que antes revistaron en lo que se llamó pomposamente el SIDE: Armando Luis Polak y Mauro Avila. Que digan qué han hecho desde que revistan en la SEGURIDAD seguramente perdida.
Durante este período, Río Cuarto se ha hecho famosa por ser "el paraíso del viajante". El edén de los prostíbulos atendidos por jovencitas, las razias de jóvenes drogados, castigados y encerrados en calabozos infectos.
Todo el mundo sabe dónde y cómo se adquieren las drogas y quiénes las distribuyen. Hay padres que ya no gobiernan a sus hijos. Las escuelas son un muestrario lamentable de niños desatendidos y maestros descalificados.
Se olvidaron que la educación pudo ser alguna vez, la mejor que tuvo Latinoamérica, ¿pero por qué se dejó de invertir en ella?. No, ahora todavía creen que con el fútbol gratis mejoraremos el vocabulario de tablón?.
Creo, como muchos ciudadanos de Río Cuarto, que debe haber personas capaces de ocupar esos lugares, no sólo de responsabilidad y eficiencia, sino que tenga los valores éticos y morales que los califiquen en el partido gobernante y de no tenerlos, se los puede capacitar.
No es el caso de darles a los que se distinguieron "en el trabajo sucio" esa responsabilidad. Lo que ocurre es que la proliferación de la delincuencia se debe que hay políticos, delincuentes y mafiosos que se trenzan y medran sin ser molestados. ¿La venta de alcohol a los jóvenes acaso tuvo control en estos años?
Legislación hay en todo el país y provincia por provincia, pero no hay controles, ni de salud, ni de moral, ni de velocidad, los únicos en revisar cuentas son los empleados de la AFIP. Nuestra provincia es clara en cuanto a dar normas, pero aquí tenemos a gente que cree en la mano de obra represora, porque fueron adiestrados para eso y no para dar seguridad.
La existencia de estos personajes se comprueba en la represión y actos de violencia que se han filmado en las últimas manifestaciones donde es evidente el trato violento a los manifestantes, además de las amenazas de muerte que parten del interior del edificio municipal.
Cabe recordar que si no existieran estas leyes que defienden la libertad de expresión, no estaría la gente reclamando por el abuso de los impuestazos, por eso también reclaman ante las oficinas competentes y no son pocos los que se sienten estafados.
Otra vez, como tantas otras se castiga a las víctimas del abuso, pero no la raíz del problema. Resulta más fácil reprimir con métodos terroristas que abocarse a sanear la administración. ¿Cuántos empleados innecesarios tienen los organismos oficiales y cuántos son el saldo de los dejados por la dictadura?
Ya va quedando claro que quienes aceptaron esta herencia, pusieron a los zorros a cuidar el gallinero.
Estimada Susana: Han cambiado de collar, siguen siendo perros. La injusticia continúa.
ResponderEliminar"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
"¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado".
"...una de esas batallas que se libran para que todo siga como está". (Giuseppe Tomasi di Lampedusa, Il gattopardo)
Un abrazo.