Por Susana Dillon
A Graciela Ocaña la tenemos en cuenta por su paso en uno de los ”agujeros negros” que tiene el país, allá donde no se sabía donde iban a parar lo que entraba de los impuestos, el PAMI y era el mas insondable misterio el como se hacía la distribución de lo que atesoraba la benemérita institución. Garras famosas se quedaron con fortunas que se dilapidaban en Nueva York bajo la mirada complaciente de Alderete y de otros encumbrados de los años dorados del sultán. Todos sabemos quienes son y por donde andan…
De aquel agujero negro que fue el Pami, le llegó la hora de su redención, la nombra el Pte. Kirchner, para que haga limpieza y no solamente la hizo y barrió con los delincuentes, sino que fue prolija en ordenarlo.
Se destaparon ollas de olor nauseabundo y la institución destruida en épocas de saqueos, comenzó a funcionar con otra atmósfera. A Ocaña, aún sin terminar su misión la mandaron a otros lugares para que no se tomara las cosas tan a pecho.
Hace días la vi por TV, con su aspecto de mujer sencilla, casi doméstica, de discurso fácil y muy moderado, casi inocente explicar su nuevo posible destino que viene a resultar otra manera de agarrar al toro por los cuernos:
La BASURA, en la que andamos atrasados más de medio siglo.
Graciela Ocaña nos engaña con su aspecto de modesta ama de casa, que explica cosas terribles con infinita paciencia, casi tanto como una maestra de jardín de infantes a sus párvulos.
Ella hace el diagnóstico, investiga a fondo el desastre y con seriedad monacal diseña tácticas de abordaje en un tema en el que nadie quiso meterse sino María Julia Alsogaray que pretendió limpiar el Riachuelo y salió revolcada en fango. Por otra parte ha quedado demostrado que no tenemos, en todo lo público hábitos de limpieza y menos en ciudades populosas salvo contados ejemplos, Rosario y algunas ciudades santafesinas . El tema “manos limpias” para nuestros hombres y ahora damas públicas, es nota en que siempre aplazamos.
La reina del Plata, con darle unas pocas vueltas y algo de atención, salteándonos villas y barrios alejados, la veríamos para exclamar:¡ Somos sucios sin remedio¡
Se me hace que doña Graciela ha encontrado espejos donde mirar esta iniciativa, sin duda el Brasil, pueda darnos un ejemplo. Quien no ha viajado en grandes transatlánticos ni en soberbios jets, sabe de ómnibus impecables, de terminales o rodoviarias con baños siempre limpios, con gente que cuida la limpieza de calles, llevando siempre en el automóvil una pala y escoba para cargar en el baúl la basura que luego de haber limpiado su municipio, algún descuidado sembró. Los hemos visto en ciudades limítrofes.
Nuestras amas de casa son capaces de hasta encerar sus veredas, pero al montón de hojas o pedregullo que logran, se lo deja, justo en el límite de su propiedad, a la vecina, y también he visto la escena correspondiente, cuando la vecina la espía por la ventana.
Y ahora que ya estamos con la basura hasta nuestras narices, es de aplaudir el emprendimiento de Graciela Ocaña y que la dejen hacer, porque en este país de novela, al que se mete a redentor, lo terminan crucificando, cosa que, está visto, no se acobardó al enfrentar al Zar de los camioneros, ni al que falsificó los medicamentos, Zanola. Ojalá le pueda hacer brillar la corona a la Reina del Plata!….De paso, todos aprendemos.
Me reconforta y alienta todo comentario de la señora Dillon,siempre tan clara y sin bueltas nos acompaño, en las marchas del Impuestaso,siendo yo fundador y dirigente de la Multi Sectorial Popular de Rio Cuarto.Hoy estoy impulsando un proyecto de forestacion lo podran ver en www.cambiemoslagrimasporsonrisas.blospot.com...grasias saludos,Estaremos Gestando un Rio Cuarto ver.
ResponderEliminarla pagina me encanto hay que luchar por un rio cuarto seguro
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