Por Susana Dillon
Augures, profetas, magos, horoscopistas y minúsculos charlatanes, se han puesto de acuerdo para refregarnos por las narices que el próximo 2012 no seremos nada.
Se nos adelantaron los ceremoniosos y sensatos japoneses con su propio terremoto que vino acompañado con el tsunami, que se coronó con la furia atómica desatada en sus usinas. Con esto y el eructo que produjo uno de sus volcanes, que no todos son modelos para sus artistas plásticos, todo el planeta se sacudió al unísono, se nos venia encima el Apocalipsis, esa ultima página de la Biblia en que se nos advirtió que por mala conducta, ya no era el diluvio el que nos iba a arrasar, sino que el magno evento sería un poco mas completo que lo que vimos por la TV hace pocos días ocurrido a los sufridos y admirados nipones.
Entonces los augures, profetas y hasta nuestras exitosas tarotistas se acordaron de la visita de algún descarrilado asteroide o una buena parte de esa región, donde Nuestro Creador sembró de escombros entre un planeta y otro, de este sistema solar que nos aguanta al genero humano, a pesar de su malísima conducta y que tales cascotes nos pueden dejar el planeta tal como quedó en la época terciaria cuando un asteroide se nos estrelló liquidando a los terribles dinosaurios. Fue en la época terciaria cuando tuvimos experiencia de una visita celestial no esperada.
Publicaciones de toda índole nos han advertido de las miles de formas en que todo esto que es nuestra orgullosa civilización, se puede ir al tacho por esta mala costumbre que tenemos de hacernos la vida imposible los unos a los otros.
También nos hemos dado cuenta que tanto la OTAN como la ONU como cualquier otra sigla que se haya creado para salvaguardar la paz en el mundo, es nada mas que un gran cartelón pintado con la siglas protectoras de los supuestos países reunidos para protegernos a los indefensos o a los que tengan petróleo.
Porque también quedó visible hasta para los ciegos que lo producido por esa teoría del capitalismo salvaje, no tiene quien la destruya y menos, en “tiempos revueltos”, que son los actuales, donde “el amor no tiene quien le escriba”, ni gente que le de bola, y en esto los Derechos Humanos parecen no tener nada que ver.
Por Bolivia anduvo justo en el Banco Central, hace poco un notable filósofo esloveno, Slavoj Zizek que les recordó a los locales que no sería tan grave el asunto, porque ya hubo otra experiencia semejante antes de la primera guerra mundial en que los astros y los sabios que los estudian andaban a contramano, en esto los alemanes que fueron los primeros en amenazar con invasiones les quisieron calmar la angustia pre-guerra a los austríacos con un razonamiento original : ”Aquí la situación es seria pero no catastrófica” a lo que los bravos y valseados austriacos les retrucaron “Aquí la situación es catastrófica pero no es seria”, pero parece que Zizek la vino agarrar por otro lado, les recordó también la profecía maya y ya los bolivianos, que harto se las saben de padecimientos de todo género y por otra parte de asuntos indígenas saben un fardo, entonces el sabio filosofo tuvo que afinar la puntería.
- No hay que tener miedo a la catástrofe, lo que hay que no olvidar es la de tirarse a muerto y dejarse invadir por la desesperación.
Zizek remarcó: El mundo puede transformarse de poco a poco, la esencia del Hombre ya no es el trabajo alienado que hay que recuperar, sino el no dejarse atrapar por el capitalismo global que vienen a ser los terremotos y los tsunamis, que son la reglas que nos quieren imponer para arrasarnos, traducido a lo que ya saben los bolivianos desde el día de la Creación: El hambre de los unos y la panza llena de los otros.
Las revoluciones se han producido en apropiarse de la sustancia universal enajenada. Sin el aparato del estado, sin políticos corruptos, sin capitanes de gremios, sin instituciones con carteles pintados, pero sí con una democracia directa. ¿ Habrá tiempo hasta que llegue el terremoto, el tsunami y lo que dijeron los mayas?.
Miren sino lo que les pasa a los países árabes, hasta a las mujeres se les ha resbalado el chador cuando han salido a defender lo suyo en esto de ir transformando el mundo de a poco. Ellas en la calle gritando sus necesidades con el brazo y el puño en alto le están diciendo a Mahoma, que les cambie la sumisión por la dignidad.
Que es la forma en que esas luchas pueden triunfar, donde las mujeres dejen de ser esclavas y que no haya salvadores que vengan de afuera a imponer la democracia con cañones.
Se nos adelantaron los ceremoniosos y sensatos japoneses con su propio terremoto que vino acompañado con el tsunami, que se coronó con la furia atómica desatada en sus usinas. Con esto y el eructo que produjo uno de sus volcanes, que no todos son modelos para sus artistas plásticos, todo el planeta se sacudió al unísono, se nos venia encima el Apocalipsis, esa ultima página de la Biblia en que se nos advirtió que por mala conducta, ya no era el diluvio el que nos iba a arrasar, sino que el magno evento sería un poco mas completo que lo que vimos por la TV hace pocos días ocurrido a los sufridos y admirados nipones.
Entonces los augures, profetas y hasta nuestras exitosas tarotistas se acordaron de la visita de algún descarrilado asteroide o una buena parte de esa región, donde Nuestro Creador sembró de escombros entre un planeta y otro, de este sistema solar que nos aguanta al genero humano, a pesar de su malísima conducta y que tales cascotes nos pueden dejar el planeta tal como quedó en la época terciaria cuando un asteroide se nos estrelló liquidando a los terribles dinosaurios. Fue en la época terciaria cuando tuvimos experiencia de una visita celestial no esperada.
Publicaciones de toda índole nos han advertido de las miles de formas en que todo esto que es nuestra orgullosa civilización, se puede ir al tacho por esta mala costumbre que tenemos de hacernos la vida imposible los unos a los otros.
También nos hemos dado cuenta que tanto la OTAN como la ONU como cualquier otra sigla que se haya creado para salvaguardar la paz en el mundo, es nada mas que un gran cartelón pintado con la siglas protectoras de los supuestos países reunidos para protegernos a los indefensos o a los que tengan petróleo.
Porque también quedó visible hasta para los ciegos que lo producido por esa teoría del capitalismo salvaje, no tiene quien la destruya y menos, en “tiempos revueltos”, que son los actuales, donde “el amor no tiene quien le escriba”, ni gente que le de bola, y en esto los Derechos Humanos parecen no tener nada que ver.
Por Bolivia anduvo justo en el Banco Central, hace poco un notable filósofo esloveno, Slavoj Zizek que les recordó a los locales que no sería tan grave el asunto, porque ya hubo otra experiencia semejante antes de la primera guerra mundial en que los astros y los sabios que los estudian andaban a contramano, en esto los alemanes que fueron los primeros en amenazar con invasiones les quisieron calmar la angustia pre-guerra a los austríacos con un razonamiento original : ”Aquí la situación es seria pero no catastrófica” a lo que los bravos y valseados austriacos les retrucaron “Aquí la situación es catastrófica pero no es seria”, pero parece que Zizek la vino agarrar por otro lado, les recordó también la profecía maya y ya los bolivianos, que harto se las saben de padecimientos de todo género y por otra parte de asuntos indígenas saben un fardo, entonces el sabio filosofo tuvo que afinar la puntería.
- No hay que tener miedo a la catástrofe, lo que hay que no olvidar es la de tirarse a muerto y dejarse invadir por la desesperación.
Zizek remarcó: El mundo puede transformarse de poco a poco, la esencia del Hombre ya no es el trabajo alienado que hay que recuperar, sino el no dejarse atrapar por el capitalismo global que vienen a ser los terremotos y los tsunamis, que son la reglas que nos quieren imponer para arrasarnos, traducido a lo que ya saben los bolivianos desde el día de la Creación: El hambre de los unos y la panza llena de los otros.
Las revoluciones se han producido en apropiarse de la sustancia universal enajenada. Sin el aparato del estado, sin políticos corruptos, sin capitanes de gremios, sin instituciones con carteles pintados, pero sí con una democracia directa. ¿ Habrá tiempo hasta que llegue el terremoto, el tsunami y lo que dijeron los mayas?.
Miren sino lo que les pasa a los países árabes, hasta a las mujeres se les ha resbalado el chador cuando han salido a defender lo suyo en esto de ir transformando el mundo de a poco. Ellas en la calle gritando sus necesidades con el brazo y el puño en alto le están diciendo a Mahoma, que les cambie la sumisión por la dignidad.
Que es la forma en que esas luchas pueden triunfar, donde las mujeres dejen de ser esclavas y que no haya salvadores que vengan de afuera a imponer la democracia con cañones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario