Son llamadas políticas de estado aquellas cuyas legislaciones no son producto de males circunstanciales sino que se ponen en marcha aquéllas que preven problemas que se van insinuando en el presente y que en tiempo y forma se lleven a cabo en el futuro con otros gobiernos que se sucedan democráticamente.
Esas leyes serán dictadas dentro de sus reglamentos luego de analizar los problemas para tratar, discutir sus bondades, efectos y luego dotarlas a conciencia tomando el tiempo necesario para que sirvan a los intereses de la mayoría de sus habitantes y preservando la soberanía nacional, en el presente y el futuro. Por ejemplo: si las provisiones de agua para una determinada población son escasas en la actualidad, hay que legislar la construcción de nuevas reservas hídricas por medio de diques, canales o tuberías. En la actualidad, con secas cada vez más prolongadas ¿se han visto tales obras?.
Sin embargo se están explotando riquezas que han sido entregadas a precio vil a compañías extranjeras, (caso de San Juan con las minas de oro a cielo abierto). A este proyecto ya llevado a cabo sin duda lo llamarán " el oro de los tontos". Será el que se va del país sin que al pueblo le quede una pepita. El clan Gioja es el único beneficiado a parte de los capitales de la Barrik Gold. La cuenca petrolera, fue la primera en privatizarse durante el gobierno del sultán, pero todos hicieron silencio ante " las relaciones carnales con nuestro primo rico del norte".
Las tierras patagónicas, paraísos para magnates extranjeros, cedidas en condiciones desventajosas, regaladas con sus aguas y su gente nativa como el caso Benetton y sus compras fabulosas.
En esta región venturosa, cuya población se incrementa día a día, hemos aceptado que nuestros mandatarios distrajeran millones en obras faraónicas tal el caso de los azudes y su correspondiente casino, nadie previó la construcción de otro dique ¿o traerán el agua del Paraná con mangueras?.
Se deslumbraron con los juegos y deportes náuticos. ¿Qué les decimos a los cráneos que gestaron tamaño disparate con el cuento que eran para contrarrestar las crecidas de nuestro caprichoso río? Aquí cerquita, en Achiras se construyeron dos represas que se están muriendo de risa, ni siquiera se han inaugurado, ni se han pagado a sus ex propietarios las hectáreas que se deben al expropiarlas, ¿pero qué beneficios reportan hasta aquí?.
El espectáculo que brinda el casino en frente del soñado Espejo de agua serviría para deportes náuticos según el Ministro Ingeniero internalizó y propagó entre la población de menores recursos como los jefes y jefas de hogar, y entre jubilados el juego, con sus descalabros económicos que ya se han estudiado por especialistas. Habría que publicar las ganancias de sus propietarios y lo que queda en beneficio público. ¿quién es el responsable de tan portentoso negocio?.
Se ha levantado torres que miran al cielo, pero no se pueden conectar a las cloacas porque no se previeron sus capacidades.
Los desagües del sur quedaron en el olvido, pero nos regocijamos con las aguas danzantes de la plaza, las tres cuadras de la peatonal y una plaza agiornada a la que queremos tanto que no le permitimos a un peruano que se tomara una cerveza por portación de cara, además de llevarlo a patadas a la Central de Policía y otros abusos que nos avergüenzan.
Nos pasa como a los nuevos ricos que se despepitan por mostrar lo que brilla, pero dejamos que se chapalee en el barro a la gente sin desagües. Recuerdo a las distintas tanas que para estos casos tenían el refrán: "Per arriba lissu-lissu e per abaco merdu, pishu".
Las políticas de estado son las que no pueden interrumpirse porque les toque continuarlas los que pertenecen a otros partidos. Así se han dejado de lado o arrojadas al canasto como ha ocurrido muchas veces.
Nuestros gobernantes se la pasan apagando incendios, reventando lo mal hecho, fantaseando con iniciativas inútiles como la de instalar los juegos de azar, nueva enfermedad que antes se llamaba vicio.
Nos hemos salvado por un pelo del Tren Bala. A ver si nuestros legisladores tan mansos a la hora de cambiar súbitamente el voto se acuerdan de los que estamos observando y que su actuación se merece escrache.
De sobra hemos comprobado la seducción de la chequera que convierte a los legisladores en una vulgar " Donna e móvile, cuál piuma al Vento" donde su voto, de ninguna manera nos representa sino que se equipara al de nuestros pobrecitos jefes y jefas afiliados a la eterna dádiva.
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