Por Susana Dillon
A) Cada mañana nos encuentra con la
noticia repetida de mujeres asesinadas por sus parejas en forma brutal y
vengativa, pero ya no es el ataque a la cónyuge, ahora, "la emoción
violenta" alcanza a hijos, parientes y vecinos.
En Rio Cuarto, las penas son un atentado
a la razón y a la justicia, sobre todo en el caso de la mujer que confesó su
infidelidad (vaya a saber con que amenaza). La justicia le otorga al marido
violento solo tres años de condena en suspenso de los que va a pasar solo ocho
meses en la cárcel. Fiscal y Juez están de acuerdo y si con este temperamento
se sienta jurisprudencia, nos daremos en que la "emoción violenta", -causa
invocada hasta el hartazgo a los maridos que pierden los estribos por una falta
que en los hombres es considerada una "avivada"- , siendo que para la
mujer resulta denigrante , dado que en el género humano siempre se ha ejercido
la doble moral : al hombre todas las libertades y excesos , a la mujer la
cargaron con tabúes y culpas , desde Adán y Eva hasta el presente borrascoso,
donde el hombre se puede dar el gusto de ajusticiar a su mujer y le dan 3 años
de cárcel , pero sin pisarla y con viento a favor ocho meses a la sombra, casa,
comida, clases culturales, estudiar una carrera, tener sueldo si en algo se
quiere ocupar, también le quedan los hijos, la casa y ya no habrá mas líos por
el reparto de demás bienes. Por lo tanto, es mas conveniente asesinar que
divorciarse. Así de simple.
Según lo visto en periódicos, esta
brillante legislación según sus intérpretes salomónicos, estos hombres de leyes
tendrán mas monumentos que el genocida Gral. Roca. Así aquí somos de generosos.
B) Pero estamos ante la aproximación de
otro nuevo año de elecciones y nos fuimos por las ramas en cuanto a darles a
los adolescentes que aún no tienen criterio formado (la gran mayoría
semi-analfabetos), no hay mas que consultar a los docentes, cuantos de ellos
escapan del trabajo y del estudio con los que podrían hacer un censo de los que
posiblemente se anoten como primera experiencia o los que faltarían por estar
atrapados por la droga.
Pero nuestra inocencia no llega a pensar
que alguien se preocupará lo que piensen estos chicos en la flor de la vida.
No, aquí debemos estudiar las segundas intenciones: seguir empujando gente
hacia las urnas, a chicos y grandes, a jóvenes y gerontes, a argentinos y
extranjeros, a inexperimentados y a zorros viejos, se los puede seducir con lo
infalible: la compra del voto para la re-reelección que ya se perfila como faro
que hace inequívocos guiños. Estos chicos pletóricos de interrogantes todavía
no vislumbran el futuro que les vamos a dejar las generaciones de los
experimentados y bien quemados del presente.
Los maestros y profesores que día a día comparten aulas con sus alumnos bien
pueden ayudarnos a escudriñar sus pensamientos y apetencias para que no sigan
desertando no bien se encuentran con los primeros obstáculos de comienzos de
carreras.
Primero pensemos en elevar los
contenidos de la Educación, en ajustar las exigencias a los problemas actuales.
Pensemos en el retraso que tenemos con respecto a que perdimos el honroso lugar
que tuvimos ante nuestros hermanos países latinoamericanos, donde retrocedimos
seis lugares en lo que se refiere a la educación popular.
PRIMERO EDUCAR EN LOS VALORES, y al
mismo tiempo darle el lugar que se merecen las mujeres... O la justicia seguirá
siendo muda y sorda ante lo que alegremente se esconden las "emociones
violentas".
Sí, sería interesante verlos y
escucharlos defender una idea, construir conceptos, defender causas nobles,
reconocer sus errores, saber que tienen entre sus proyectos, ponerles el
hombro, pero dejarlos experimentar. ¿Tal vez les fallamos los adultos o estamos
fuera de los tiempos?
He escuchado a los chicos invitados a
opinar, no son muchos los que se atrevieron, pero ya alcanzan para obrar como
la levadura para hacer crecer al pan,
pero hay que concederles mas tiempo, las leyes entre sofocones y aprietes salen
como pan quemado. Incomibles.
Hace pocos días a los chicos de Gral. Belgrano
les pidieron que opinaran sobre Eva Perón la muestra gráfica itinerante donde un chico poco
avispado opinó lo del ASCO.
Ahora al chico lo quieren amonestar,
porque no supo que hay cosas que no se deben decir, porque pasas por bestia y
ahora a la culpa se la pasan a los pedagogos. Es que los grandes somos
insoportablemente inseguros y asquerosamente chupamedias.
DE ÚLTIMO MOMENTO
Según las últimas noticias, la sangre no
ha llegado al río: en Gral. Belgrano dieron marcha atrás con el tema de las
amonestaciones.
Era de cajón. Si no les gusta como
opinan. ¿A qué demonios se las piden?